4- LA  EVOLUCIÓN  DEL  HOMBRE
Género Homo

 1- Introducción
 2- Los primeros restos. Grupo
Ardipithecus
 3- Australopithecus y Paranthropus
 
4- Género Homo

 

4- Género Homo

              Homo habilis (llamado "hombre hábil"), junto con Homo rudolfensis, son los primeros representantes del género Homo. Muchos científicos piensan que es antecesor de Homo erectus pero una serie de descubrimientos realizados en 2007, en el norte de Kenya, demuestran que ambas especies co-existieron en África del Este al menos durante medio millón de años. No está claro, pues, si ambos representan líneas separadas que proceden de un ancestro común. La especie existió durante 1 MA, desde 2.4 a 1,4 MA antes del presente. Los primeros restos fósiles fueron encontrados entre 1960 y 1964 en la garganta de Olduvai (Tanzania) por Louis y Mary Leakey. Homo habilis muestra una capacidad cerebral de unos 640 cc., un 50% ligeramente mayor que el de los Australopithecus, por lo que se declaró como una nueva especie. Pudo medir 1,30 cm de altura y un peso de unos 35 kg. Se sabe que fue uno de los primeros en fabricar los primeros instrumentos de piedra, dando origen a la primera de las culturas líticas, el olduvaiense. Su compañero, Homo rudolfensis, fue encontrado en Koobi Fora en el lago Turkana por Richard Leakey en 1972. El nombre es debido a que el lago Turkana, antes de la independencia de Kenya, era conocido como lago Rodolfo. Originalmente se pensó que este espécimen correspondía a Homo habilis pero su mayor capacidad cerebral de 750 cc. inclinó la balanza decididamente a considerarlo como una especie distinta. Esta especie está definida sobre la base de los restos conocidos como ER 1470 con el propósito de acomodar las distintas variaciones de Homo habilis  que han ido apareciendo. Existen, no obstante, diferencias entre las mediciones de su capacidad cerebral que ponen en duda sobre si realmente puede ser considerado una especie distinta. Incluso hay autores que consideran que deberían ser excluidos del género Homo. En Agosto de 2012, M.Leakey anunció haber encontrado restos fósiles adicionales de Homo rudolfensis. En ambas especies se aprecia un notable aumento del volúmen cerebral con relación a los Australopithecus (380-450 cc versus 650-700 cc). En definitiva, resulta interesante resaltar que, en aproximadamente 2 MA, el volúmen cerebral se ha multiplicado por tres, algo que nunca antes había ocurrido durante el largo período de 3-4 MA que va desde las primeras apariciones de posibles ancestros del gémero humano en donde las variaciones de capacidad cerebral no variaron de forma especialmente seignificativa.

                   Homo erectus, también conocido como Homo ergaster es el ser humano primitivo más antiguo conocido de proporciones corporales semejantes a las del hombre moderno. Muchos investigadores quieren hacer una distinción entre la especie africana ( Homo ergaster) y la asiática (Homo erectus) mientras otros meten a ambos en el mismo saco. En cualquier caso, parece cierto que desciende de especies anteriores como Homo habilis, aunque, como se ha señalado anteriormente, ambos habilis y erectus coexistieron durante algún tiempo. Su anatomía indica una clara adaptación a la vida sobre el terreno y abandono de la vida arbórea. Con una sesada cercana al litro (existen notables variaciones regionales), el estudio de moldes craneales hace dudar si era capaz de tener un lenguaje articulado. El resto fósil más completo, casi un esqueleto entero, corresponde a un individuo joven de unos 12 años, conocido como "el niño de Turkana" datado en 1,6 MA y encontrado en el yacimiento de Nariokotome en el lago Turkana en 1984 por el famoso buscador de fósiles Kamoya Kimeu, miembro destacado de la llamada "Banda de los Homínidos" del equipo que dirigía Richard Leakey.

                Existen evidencias de que Homo erectus tuvo comportamientos sociales avanzados, cuidando a sus congéneres viejos o enfermos. Sus restos fósiles están asociados a los primeros bifaces, hachas de mano y otros utensilios de cuidada elaboración pertenecientes a la llamada industria Achelense. Parece ser que conocía el fuego que usó para calentarse y defenderse de los predadores. Vivió desde 1,9 MA hasta hace 143.000 años antes del presente, un tiempo casi nueve veces más largo que el que lleva Homo sapiens sobre la faz de la tierra siendo el primero en salir de África. Durante los primeros tiempos de su existencia debió coexistir con Homo habilis, Homo rudolfensis , tal vez con otros aun  no bien conocidos y algún que otro primo lejano del grupo de los Paranthropus. Homo ergaster salió de África en una primera oleada hace 1,8 MA (Salida de África 1) como lo demuestra la presencia de asentamientos humanos en Dmanisi (Georgia) cuyos restos, descritos por el grupo liderado por  el joven paleontólogo David Lordkipanidze a partir de 1991, han sido denominados como Homo georgicus, demostrando que se trataba de la primera colonización llevada a cabo fuera de África. Esta primera migración dio lugar, por lo menos, a dos linajes: por un lado como Homo erectus en Java y China y por otro como la línea que daría lugar a Homo antecessor en Europa (restos encontrados en Ceprano, Italia y Atapuerca, España, de los que hablaremos más adelante).

              A este respecto habrían de mencionarse los descubrimientos llevados a cabo en el municipio granadino de Venta Micena en Orce (norte de la Provincia de Granada, España). Aparte de la  controversía levantada por el Hombre de Orce, el conocido como Niño de Orce, descubiero con posterioridad, es un diente de leche de un niño de no mas de cinco años de adad, descubierto por el equipo de B. Martínez Navarro en 2002 que apareció en el Barranco León y al que se le asigna una antigüedad de 1,4 MA, pudiéndo corresponder al resto humano más antiguo encontrado en Europa.

              Dado que tanto habilis como erectus/ergaster forman grupos heterogéneos que, como hemos visto, deambularon sobre la faz de la Tierra durante más de dos millones de años, es razonable pensar que aquí van a parar muchas de las especies que han ido - y seguiran - apareciendo a medida que se realizan nuevos descubrimientos sin que ello implique necesariamente que hayan de incluirse en la línea evolutiva de Homo sapiens. Un caso paradigmático es el reciente descubrimiento de un nuevo miembro, el Homo naledi que, por su morfología, estaría en el límite de transición entre los Australopitecos y el género Homo. Los restos de esta nueva especie fueron encontrados por dos espeleólogos aficionados en la cueva Rising Star a unos 50 km. al noroeste de Johannesburg an África del Sur conocida como "Cuna de la Humanidad" (The Cradle of Humankind) por la cantidad de fósiles que allí fueron encontrados. La nueva especie ha  sido descrita por Lee Berger y su equipo en septiembre de 2015. Se trata de una especie muy primitiva en muchos aspectos, de 1,50 m de altura y unos 50 kg de peso, con un cerebro de unos 600 cc, ligeramente superior al de los Australopitecos, pero con  notables aproximaciones anatómicas al genero Homo. Recientemente (2017) el mismo equipo de Lee Berger obtuvo una datación que sitúa esta nueva especie en un arco entre 235.000 y 350.000 años. Estos nuevos descubrimientos confirman una vez mas la coexistencia de distintas especies del género Homo en África, donde muchas de ellas quedarían destinadas a la extinción como ramas estériles del gran arbol de la evolución.

__________________________________________

                   La historia de Homo erectus está íntimamente unida a las aventuras, a veces trágicas, cuando no cómicas, que supusieron los descubrimientos de Java y China a finales del siglo XIX y principios del XX, entremezclándose de forma tan profunda que constituyen una historia única. El primer ejemplar descubierto está ligado a la vida de Eugène Dubois, un médico holandés profundamente influido por las ideas de Ernst Haeckel sobre la supuesta existencia de un "eslabón perdido" entre el hombre y el mono, en una época en la que las pruebas de antepasados del hombre eran muy escasas o apenas conocidas. Dubois creía firmemente en las ideas del científico alemán e, interesándose cada vez más en hallar alguna prueba que demostrase la existencia de esta criatura, abandonó su cómoda vida académica en Ámsterdam y se alistó como médico en la marina holandesa arribando a Sumatra en 1887. Había decidido viajar a este rincón del mundo porque pensaba que el hombre evolucionó en las selvas tropicales del sudeste de Asia. Tres años después solicitó al Gobierno su trasladó a la isla de Java con el propósito de buscar "una fauna de vertebrados fósiles". Allí comenzó la búsqueda sistemática de posibles restos humanos en las terrazas del río Solo cerca de la localidad de Trinil. En noviembre de 1890 encontró un fragmento de mandíbula inferior con un diente que no dudó en considerar como perteneciente a un ser "prehumano". Poco después consiguió extraer la parte superior de una calavera con pronunciados arcos supraorbitales, muy diferente a la del hombre actual. Posteriormente desenterró un fémur izquierdo que, aunque era más grueso y pesado que el de un humano moderno, procedía sin duda de un primate bípedo. Fue su arma principal ya que su morfología demostraba claramente que su dueño había andado erguido. En 1894 Dubois anunció oficialmente el descubrimiento de una criatura a la que se le dio el nombre de Pithecanthropus erectus ("Hombre simio de marcha erecta", también conocido como "Hombre de Java"). G. Elliot Smith, famoso antropólogo inglés, escribió: "Dubois ha encontrado el fósil que su imaginación científica había forjado", subrayando el derecho que le asistía de haber sido el primero en encontrar el tan pretendido eslabón que faltaba.

           Los huesos del Pithecanthropus erectus fueron mostrados en varias reuniones científicas celebradas en numerosas capitales europeas, pero la comunidad científica continuaba mostrándose escéptica; parecía sospechoso que un hallazgo de tanta importancia se hubiese realizado en un lugar tan lejano y las dudas surgían cada vez más agudas e insistentes. Se había llegado a decir que "el hombre fósil no existe" y en plena tormenta entre evolucionistas y creacionistas, John Lighfoot, rector de Cambridge, declaró como una tremenda herejía que la extraña criatura de Java pudiera considerarse algo relacionado con el hombre: "el primer hombre fue Adán creado por Dios el 18 de Junio del año 4.004 a.C." ¡y punto en boca! Descorazonado, Dubois decidió retirar los restos fósiles y los encerró en una caja fuerte donde permanecieron ocultos durante treinta años. En años posteriores se encontraron fragmentos fósiles de al menos cuarenta individuos semejantes a los que había encontrado Dubois, quien finalmente accedió a que sus fósiles fuesen observados y estudiados por otros científicos.

            En 1930 el Servicio de Reconocimiento Geológico de las Indias Orientales Holandesas invitó al joven paleontólogo alemán G.H.R. von Koenigswald para realizar exploraciones en Java en busca de nuevos fósiles del "Hombre de Java". Cerca del lugar donde Dubois había encontrado el Pithecanthropus erectus, había una zona conocida con el nombre de Sangiran donde von Koenigswald consiguió exhumar restos con los que pudo reconstruir un cráneo que se parecía como dos gotas de agua al descubierto por Dubois. Desde entonces las dudas fueron disipándose poco a poco y se dio al Pithecanthropus la categoría de verdadero hombre sin que ningún estudio posterior haya podido cambiar esta aseveración.

____________________________________________          

            
              Algunos años antes, en 1914, el gobierno chino había invitado al doctor J.G.Anderson como consejero de minas. Fue el primero en interesarse por la riqueza fósil de este país, especialmente por un lugar conocido con el nombre de Colina del Hueso del Dragón donde, desde tiempos ancestrales, los habitantes del lugar habían obtenido huesos, fósiles y dientes que utilizaban como amuletos, medicinas o para vender como recuerdo a los turistas. Anderson conoció al doctor Davidson Black, profesor de Anatomía en el Colegio de Médicos de Pekin, y le mostró algunas de las piezas fósiles extraídas de la Colina del Dragón. El doctor Black se interesó inmediatamente por estos hallazgos quedando obsesionado con la idea de que el hombre podía haberse originado en el continente asiático. Supo exponer la idea de tal forma que la Fundación Rockefeller suministró los fondos necesarios para proceder a una completa investigación en la famosa colina situada muy cerca del pueblo de Zhoukoudian al sur de Pekin.

               Entre 1929 y 1937 se exhumaron en total 14 cráneos más o menos completos, 11 mandíbulas, muchas piezas dentales y un gran número de instrumentos de piedra. La edad de estos hallazgos fue estimada entre 500.000 y 300.000 años. Black bautizó a esta nueva subespecie como Sinanthropus pekinensis. Gran parte del estudio de estos fósiles fue llevada a cabo por el propio doctor Black hasta su muerte en 1934. Franz Weidenreich, a la sazón profesor de Anatomía en la Universidad de Chicago, continuó los estudios que quedaron interrumpidos al comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Ante la inminencia de la invasión japonesa, los fósiles originales fueron enviados a Estados Unidos para su custodia pero no llegaron a su destino y nunca más volvió a saberse nada de ellos. Afortunadamente existen excelentes moldes de algunos de los cráneos y huesos realizados por el propio Weidenreich que se expusieron en el Museo de Historia Natural de Nueva York. El aspecto del Hombre de Pekin parece ser muy similar al del Hombre de Java destacando por un cráneo de paredes relativamente gruesas, con una capacidad entre 850 y 1.250 cc y con una altura de 1,50 m. Ambos, Pithecanthropus erectus y Sinanthropus pekinensis, quedan adscritos a subespecies de Homo erectus.

 _______________________________________         

               
                          En cuanto a la otra línea evolutiva de Homo ergaster habrán de destacarse los importantes hallazgos de la Sierra de Atapuerca (Burgos) donde las primeros evidencias de ocupación humana comenzaron a encontrarse en 1990, en un sondeo que estaba llevándose a cabo en Gran Dolina. En 1994 el sondeo alcanzó el conocido como "Estrato Aurora" donde Aurora Martín, arqueóloga del equipo de Emiliano Aguirre, encontró un diente que fue identificado por José María Bermúdez de Castro, co-director junto con Emiliano Aguirre y Eudald Carbonell del Programa de Investigación de la Sierra de Atapuerca, como humano. A continuación fueron apareciendo mas restos hasta superar los 80 al final de la campaña de aquel año. La gran antigüedad de estos restos y su peculiar morfología junto con herramientas de piedra y nuevos restos humanos aparecidos en campañas posteriores, dio lugar al nombramiento de una nueva especie que fue bautizada como Homo antecessor. La antigüedad de todos estos restos no presentó ninguna duda pues coincidía con el cambio de polaridad del norte magnético detectado en un nivel inmediatamente superior al Estrato Aurora, producido por última vez hace 780.000 años; Homo antecessor tenía, pues, una antigüedad de al menos 800.000 años. Eran hombres fuertes que pudieron tener una altura de 1,60 a 1,85 m, un peso entre 70 y 90 kg y una capacidad cerebral de unos 1.000 cc.

                 El hecho de que Homo antecessor y algunos de los restos fósiles encontrados en Zhoukoudian en China tienen aproximadamente la misma edad, parece señalar un origen común. Los fósiles presentan rasgos que se encuentran en Homo sapiens y Homo erectus, o más propiamente hablando, en su versión europea u Homo ergaster. El equipo de Atapuerca propuso que Homo antecessor procede directamente de algún grupo de Homo ergaster , erróneamente considerado  el homínido más antiguo de Europa (ver Niño de Orce mencionado más arriba), ancestro de la línea que derivó hacia Homo heidelbergensis y Homo neanderthalensis, ambas extintas. Así pues, Homo antecessor podría estar relacionado con un ancestro común que daría orígen, por un lado a la línea de los neandertales y por otro a los humanos modernos originados en África.

              Homo heidelbergensis apareció hace unos 700.000 años y perduró hasta hace unos 250.000 años. Le da nombre una mandíbula encontrada en 1907 cerca de la ciudad alemana de Heidelberg datada en 600.000 años. Eran individuos muy fuertes, con 1,80 m de altura, quizá más de 100 kg de peso y grandes cráneos con una capacidad de unos 1.350 cc. prácticamente igual a la del hombre moderno. Su morfología es bien conocida por los restos de una treintena de individuos encontrados en la Sima de los Huesos en Atapuerca con una antigüedad en torno a los 500.000 años. 

                  La Sima de los Huesos forma parte del complejo de Cueva Mayor y para acceder a ella hay que reptar durante 500 m. hasta un pozo de unos 13 m. de profundidad en el fondo del cual se encuentra uno de los depósitos fosilíferos más grandes del mundo, conteniendo el 90% de los restos humanos conocidos en el registro fósil europeo de Homo heidelbergensis. La historia de este descubrimiento comenzó en 1976 cuanto Trinidad Torres, recolectando restos en esta sima, encontró los primeros fragmentos de huesos humanos. Las excavaciones sistemáticas comenzaron en 1983 bajo la dirección de Emiliano Aguirre.
               

                En la campaña del año siguiente se habían recolectado tal cantidad de fósiles que pudo apreciarse la importancia del lugar, no solo por la cantidad sino por el excelente estado de conservación de los restos que se estaban exhumando. En la campaña de 1992 apareció el cráneo más completo nunca encontrado de estas edades al que le fue puesto el nombre de "Miguelón". Al final se ha conseguido la identificación de un mínimo de 28 individuos entre los cuales hay representación de ambos sexos y todas las edades comprendidas entre 4-5 años y 35-45 para las personas de más edad. No existe una razón clara que explique la existencia de una acumulación tan grande de restos en este lugar ya que no fue habitado ni tampoco contiene instrumentos de piedra, suponiendo que fue un lugar donde se pudieron acumular deliberadamente los cadáveres, tal vez formando parte de algún rito funerario o simbólico, como lo podría confirmar el hallazgo de un hacha de piedra conocida como "Excalibur" hallada en 1998. Recientes estudios genéticos de los homínidos de la Sima de los Huesos muestran indicios de una relación con el Hombre de Denisova (una población euroasiática que vivió hace entre un millón y 40.000 años) y la presencia de ciertos rasgos neandertales que podrían arrojar datos interesantes sobre el origen del Homo neanderthalensis. Pruebas genéticas realizadas en 2018 han demostrado que algunos restos fósiles de una hembra de Denisova, conocida como "Denny" es, hasta ahora, el único homínido híbrido entre Neanderthal y un denisovano, es decir, un descendiente directo de dos especies humanas distintas.

          

                   Los hallazgos de Atapuerca representan una lección para los estudiosos de la Evolución. Es curioso comprobar que, aun dentro del mismo territorio, vivieron gentes separadas en el tiempo que no tuvieron porqué estar relacionadas entre sí y muchas desaparecieron, y no menos curioso resulta comprobar que durante el último millón de años pudo haber varias especies compartiendo el planeta durante el mismo tiempo. El conjunto erectus-ergaster y sus inmediatos descendientes, parece ser un cajón de sastre en donde han ido a parar variedades o restos fósiles de dudosa clasificación (Denisova, Steinheim, Petralona, Rhodesia y un largo etcétera). Andando el tiempo, la mayoría de las poblaciones del Pleistoceno medio pudieron quedar como relictos aislados en sus antiguas áreas de distribución en donde, excepto para algunos escogidos, la extinción debió ser su sino. Entre los escogidos figuran Homo neanderthalensis, Homo floresiensis y Homo sapiens que, hasta la desaparición de los dos primeros, convivieron en buena parte de los últimos 100.000 años hasta tiempos relativamente recientes.

______________________________________          

               Homo neanderthalensis, familiarmente conocido como Hombre de Neandertal, es nuestro pariente extinto más cercano. Presenta unos rasgos definidos muy conocidos como un porte más robusto, tórax ancho y extremidades cortas adaptado a una vida en climas fríos. El cráneo, como una pelota de rugby, presenta un hueso frontal inclinado hacia atrás y un prominente torus supraorbitalis. El cerebro es aproximadamente del mismo tamaño o incluso más grande que el de Homo sapiens, proporcionado a su mayor masa corporal. Conocía el fuego, pudo vivir en cuevas, chozas o en algún tipo de cobertizos fabricados por él mismo, se cubría con pieles que adornaba y eran hábiles cazadores. Hay evidencia de que enterraban a sus muertos. Sus primeros restos fueron encontrados en 1856 por J.K.Fuhlrott cerca de Düsseldorf en Alemania, aunque hubo unos primeros fósiles que habían sido encontrados en Bélgica en 1829 y Gibraltar en 1848 que no fueron reconocidos hasta posteriormente como pertenecientes a esta especie. Se extendió por Europa y Asia desde hace 230.000 años hasta su completa extinción en torno a 35.000 años antes del presente.

 
               El Proyecto Genoma del Neandertal llevado a cabo por el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig y la empresa 454 Life Sciences subsidiaria de Hoffmann-La Roche, bajo la dirección de Svante Päävo, anunció en enero de 2014, haber obtenido la secuencia completa del genoma del neandertal. Gracias a estos estudios se puso de manifiesto que coincide en un 99,7% con el de Homo sapiens. Estos estudios también han aportado otros datos interesantes como saber que los neandertales pudieron ser pelirrojos y datos sobre el gen sanguíneo ABO y FOXP2, este último asociado a áreas cerebrales implicadas en el lenguaje, sugiriendo que los neandertales tendrían facultades para el lenguaje hablado. Al poder utilizar el genoma completo se ha calculado que los humanos se dividieron de los neandertales hace 571.000 años. Se trataría de un ejemplo de evolución paralela, pues el grado de diferenciación filogenética confirma que los neandertales no son antepasados de Homo sapiens, desconociéndose exactamente el grado de interacción que pudo haber entre neandertales y humanos modernos. Gracias a los estudios genéticos, ha podido establecerse que hubo encuentros e hibridación entre ambas especies que se prolongó al menos de 2.500 a 5.400 años, diluyendo sus genes en el genoma del hombre moderno como una gota de vino tinto en un vaso de agua. Se piensa que en ello radica la paulatina desaparición de una población de neandertales ya bastante mermada por variaciones climáticas severas que fragmentaron la población en grupos dispersos, hasta la invasión y llegada del hombre moderno.

________________________________________________

              
Homo floresiensis, el hombre de Flores apodado "hobbit", corresponde a una especie extinta del género Homo descubierta recientemente. Esta especie fue descrita por primera vez por P. Brown en 2004 en base a los restos encontrados el año anterior en la cueva de Liang Bua en la isla de Flores, al sur de Indonesia. Contemporánea del hombre moderno, los "hobbits" vivieron aislados en este remoto lugar desde hace 74.000 años hasta hace 12.000 años, habiéndose sugerido que una erupción volcánica provocó su desaparición. El hombre de Flores es muy diferente en forma y tamaño a otros miembros del género Homo. Con una altura media que sobrepasa escasamente el metro, poseían un cerebro de unos 380 cc., como el de los primeros Australopithecus, unos brazos relativamente largos y un peso medio de unos 25 kg. Se sabe que conocían el fuego, despedazaban cadáveres de elefantes enanos y poseían instrumentos de piedra. Los especímenes encontrados no están fosilizados por lo que se espera poder obtener ADN mitocondrial que contribuya a un mejor conocimiento de esta especie que, por su rareza, ha despertado enorme interés en la comunidad científica. Todo parece indicar que  Homo erectus es el antepasado directo de Homo floresiensis, el cual llegó a la isla hace unos 500.000 años, como lo hicieran otras poblaciones arcaicas que arribaron a múltiples islas del sureste asiático donde sufrieron progresivamente un determinado tipo de enanismo, no bien explicado, que ha sido también descrito en otras especies insulares.

 ___________________________________________________
            

                Se ha querido hacer una distinción entre "humanos arcaicos", que no son considerados modernos, entre los que habría que incluir Homo antecessor, Homo rhodesiensis, Homo heidelbergensis y Homo neanderthalensis y los "humanos modernos", que poseen las características propias de las poblaciones humanas actuales, como Homo sapiens. Los restos fósiles de mayor antigüedad de Homo sapiens corresponden al conjunto Hombre de Kibish encontrados en el valle del río Omo, principal suministro de agua para el lago Turkana. Los restos fueron encontrados por Richard Leakey en 1967 en lo que hoy es la República de Zambia, antigua Rhodesia del Norte. Fueron denominados Omo I y Omo II. El primero, con la apariencia de un ser humano moderno, tendría una capacidad cerebral de 1.400 cc y una antigüedad de 195.000 años, mientras que Omo II parece corresponder al discutido hombre de Rhodesia (Homo rhodesiensis) que vivió desde hace 600.000 años hasta hace 160.000 años y con un volumen cerebral muy cercano al del hombre actual. Estos primeros homínidos parecen ser los antecesores directos del Homo sapiens que se originó en África.  Hasta ahora, los restos más antíguos de Homo sapiens fuera de África estaban datados entre 80.000 y 120.000 años. Un fragmento de maxilar descubierto recientemente en la Cueva de Misliya (Israel)  liderado por el equipo de I. Hershkovitz de la Universidad de Tel Aviv (Israel), arroja una edad entre 177.000 y 190.000 años, lo que situa una primera migración fuera de África hace 200.000 años, unos 60.000 años antes de lo que se pensaba.

              
                En una segunda salida de África (Salida de África 2), ocurrida hace 50.000 años, Homo sapiens no solo se extendió por toda África sino que alcanzó Europa, Asia, Australia y posteriormente, a través de Beringia, hasta los últimos confines de América del Sur. Quizá no llegó a la Antártida porque el agua estaba muy fria, pero su distribución ha sido universal siendo actualmente la única especie del género Homo que aún perdura.

Epílogo

              La evolución del género humano, desde sus albores homininos,  aparece jalonada por toda una serie de hechos y circunstancias que han favorecido su desarrollo  de la forma tan específica que conocemos en la actualidad. Eventos tales como el descenso de los árboles y la bipedestación,  liberando la mano para nuevas actividades, el cambio de dieta alimenticia, la influencia de las variaciones climáticas y las migraciones, el descubrimiento de la agricultura, el sedentarismo, y otras muchas, contribuyeron en gran medida a su desarrollo evolutivo.

              A lo largp del estudio del registro fósil se encuentran estructuras que apenas han variado desde hace muchos millones de años, sin embargo, el cerebro del hombre ha experimentado un crecimiento sin precedentes en un realtivamente corto período. Esta especie de evolución parcelaria o única pudo deberse a la duplicación de determinados genes que resultaron favorecer variaciones fenotípicas y de evolución adaptativa. Estudios recientes muestran que estos genes  pudieron ser responsables del surgimiento de la inteligencia humana, al aumentar el número de neuronas y por tanto el tamaño cerebral. Estos genes se encuentran en el hombre actual,  en los Neandertales y en el homínido de Denísova, pero no en los chimpancés, de los que se supone nos separamos hace unos 7 millones de años. De esta forma pudo activarse el crecimiento y proliferación de células progenitoras en la matriz germinal del cerebro embrionario, aumentando dramáticamente el número de neuronas en la corteza cerebral.

              La duplicación incompleta ocurrida en un gen hace poco más de 2 millones de años fue la causa probable de la evolución y expansión de la corteza cerebral humana con la aparición de nuevas áreas corticales y desrrollo de diferentes variedades neuronales. Es sorprendente comprobar que, en el corto período de dos millones de años (un suspiro en el tiempo geológico) se multiplicó casi por tres la capacidad cerebral del hombre, siendo este un hecho insólito en la evolución que quizás nunca ocurrió en ninguna otra especie animal (Ver Anatomía de la Memoria). Tampoco hemos de olvidar que hace poco más de 40 - 50.000 años deambulaban sobre el planeta hasta cinco especies diferentes de Homo, cada una con su particular morfología y especificidad de las que sólo  Homo sapiens ha sobrevivido hasta la actualidad.

             Naturalmente no puede contestarse a otra de las grandes preguntas que nos sugiere la curiosidad: cuál es el futuro de la especie humana, pero resulta triste comprobar que si se hace una equiparación entre la edad de la Tierra (4.500 millones de años) y la duración de un día de 24 horas, el hombre ha llegado hace menos de dos minutos antes de las doce de media noche y, sin embargo, ya se ha cargado casi medio planeta (deforestación masiva, basura espacial terráquea, fluvial y marina, contaminación ambiental, pesticidas, accidentes nucleares, depósitos radioactivos, guerras...); la verdad es que no parece que el apellido "sapiens" fuera el más adecuado.

 Gráfico de la evolución de la capacidad cerebral (*)

             

                  Este gráfico señala la evolución de la capacidad cerebral de homininos desde hace 6 - 7 MA hasta la actualidad, tras la supuesta divergencia de la rama evolutiva del chimpancé. Está basada en los valores medios, muy aproximados, de la capacidad cerebral de los distintos grupos (puntos en negro en la secuencia de trazados en negro). Este trazado se ajusta a una curva exponencial (en rojo) cuyos valores de ordenada (capacidad en centímetros cúbicos, cc) se obtiene resolviendo la ecuación incluida, para los distintos valores de MA entre -7 y +1.  Estos valores (en rojo) también aparecen sobre los distintos grupos.

Ejemplo: para una antigüedad aproximada de 2 MA, y = 0,55 (-2 +7)4  + 300 = 643 (valores aproximados para Homo habilis).

 

(*) Las fotografías de fósiles fueron obtenidas durante nuestra visita al Museo de la Evolución Humana(Burgos) en Noviembre de 2014. El ajuste de la curva exponencial se debe a nuestro hermano Pedro.

 

                                                                                                                           © 2014 by Fandoval

   Ir a la página de INICIO